Los tabacómanos podrán ingresar en prisión tras tres recaidas

La oposición, opuesta a la nueva ley: “Son enfermos, no criminales”

No tienen bien las cosas los adictos al cigarrillo. Tras las últimas restricciones, en las que no sólo se prohibía la elaboración y comercio de tabaco y derivados, sino su consumo, miles de sanciones y amonestaciones han sido aplicadas a personas que incumplían la ley. Tras una primera advertencia, acompañada de una multa de un 5% del salario durante un año, la reincidencia era castigada con un incremento de la multa, y el ingreso obligatorio en una Unidad de Recuperación de Tabacómanos. Estas medidas, fuertemente contestadas ya en su momento, no han conseguido acabar con un boyante mercado negro, con un incremento de los precios que ha favorecido la aparición de organizaciones criminales organizadas alrededor del tráfico ilegal de cigarrillos y con un incremento del número de intoxicaciones por sobredosis de nicotina.

Ahora la solución, para el gobierno, pasa por otra vuelta de tuerca: con la nueva ley, a la tercera, a la cárcel. La oposición ha expresado su rechazo a la medida, y su portavoz ha declarado que “los tabacómanos son enfermos, no delincuentes”. En su intervención, ha pedido que el ingreso no se haga en unidades penitenciarias tradicionales, sino en “centros de reinserción sanitaria”, donde pueda actuarse, de modo interdisciplinar, contra sus conductas adictivas. Pero el Ministro de Bienestar y Salud Mental ha defendido lo aprobado: “No es sólo una medida necesaria para preservar la Salud Pública, sino que constituye un mensaje para quienes deciden atacarse a si mismos y a la sociedad manteniéndose fuera de la Ley. Nuestros hijos han de ver que fumar no es bueno, y tiene sus consecuencias.”