El opio prohibido: “Los chinos lo utilizan para esclavizar niños”


En EE UU, las primeras restricciones al uso del opio para fumar no son de tipo sanitario sino racista: se prohibe comerciar con opio a los chinos pero no a los americanos, y se prohibe el uso de opio para fumar a los chinos pero no a los americanos. La opinión desfavorable hacia el opio empieza con la llegada de los chinos a EE.UU. y su costumbre de fumarlo. A partir de 1880, tras su entrada masiva como mano de obra para la construcción del ferrocarril, los chinos se habían convertido en poco tiempo en un grupo social extremadamente trabajador y eficaz, que ha llegado a ser propietario de sus propios negocios ante el resentimiento de muchos ‘americanos antiguos’ y, sobre todo, de los sindicatos obreros. A los chinos, consumidores de opio, su drogadicción no parecía impedirles trabajar, sino más bien al contrario, se convirtieron en trabajadores más eficaces que los americanos. Su ‘vicio’, extraño para los americanos, ha servido para apoyar la imagen del chino taimado y perverso, que droga a los niños y les obliga a trabajar como esclavos para él durante toda la vida en sus lavanderías o sus granjas. El presidente de un sindicato explica: “Los chinos inducen a los niños a convertirse en diabólicos opiómanos. Es demasiado horrible imaginar los crímenes que cometen con esas inocentes víctimas los viles amarillos.”