Algunos hechos sobre el cannabis


  • No se conoce ningún caso en la historia médica de muerte atribuida al cannabis. Sólo en nuestro país mueren cada año, 50.000 personas debido al tabaco(1) y 30.000 personas(2) debido al alcohol; drogas legales ambas.
  • El cannabis no provoca dependencia física no presentando sus usuarios, al interrumpir su uso, ningún tipo de síndrome abstinencial aun cuando se haya consumido habitualmente.
  • La marihuana se clasifica entre las sustancias con menor potencial de crear dependencia, por debajo incluso que la cafeína. El primer lugar lo ocupa la nicotina, que supera en ello a la heroína, la cocaína o el alcohol(3).
  • Los grandes informes encargados por los gobiernos de Inglaterra, EE.UU., Canadá, etc., han constatado sus mínimos riesgos, lo peligroso y contraproducente que resulta criminalizar a los usuarios y han recomendado despenalizar o legalizar su uso. Sistemáticamente, sus resultados han sido desestimados por los gobiernos que los encargaron.
  • La marihuana necesita para crecer una maceta con tierra, agua y luz. El autocultivo permite a los usuarios autoabastecerse sin tener que depender de las redes de tráfico de hachís que enriquecen a las mafias y a las redes de corrupción estatales. También posibilita disponer de un producto sin adulterar, de mayor calidad y con menores riesgos para la salud. El hachís que circula en nuestro país, procedente de Marruecos en su mayor parte, está frecuentemente cortado con goma arábiga, clara de huevo, etc. Los productos de la combustión de estos adulterantes son, gracias a la actual política de defensa de la Salud Pública, mucho más dañinos que la marihuana.
  • Pese a que en nuestro país el consumo de drogas no es delito, la posesión de cualquier cantidad de dicha marihuana está considerada como falta grave en la ‘Ley de Seguridad Ciudadana’ de 1992, también conocida como ‘Ley Corcuera’. El denunciado puede escoger entre pagar una multa que oscila entre las 50.000 ptas. y el millón o, si lo prefiere, someterse ‘voluntariamente’ a un tratamiento de desintoxicación que consiste en analizar la orina con una cierta periodicidad hasta que no queden restos de la sustancia.
  • En nuestro país, donde el consumo no es delito, hay fiscales que están pidiendo penas de cárcel para quienes plantan algunas macetas de marihuana para su propio consumo.
  • Pese a las campañas en contra de los grandes estados prohibicionistas, principalmente EE.UU. y Francia, el Ministerio de Salud holandés ha publicado en 1995, en un informe balance de su política de tolerancia, que "el total de hechos y circunstancias de consumo conocidos actualmente da lugar a la conclusión de que los riesgos del consumo de cannabis no se califican de por sí ya como inaceptables" y que "los coffeeshops (bares donde se vende cannabis) de confianza han demostrado que contribuyen a la protección de los consumidores de drogas blandas contra el mundo de las drogas duras [...]por consiguiente, la política de tolerancia penal será continuada".
  • En Holanda, donde el cultivo, la tenencia, el consumo y el comercio en pequeña escala de cannabis es, de facto, legal desde hace veinte años, el número de sus consumidores es inferior al de países con políticas más duras. Citemos como ejemplo que los porcentajes de usuarios de marihuana entre la población son un 8,5% en EE.UU(4), un 6,9% en Francia(5), un 5,8% en España(6) y un 4,5 % en Holanda(7). Aunque siempre hay que recelar de este tipo de estadísticas (uno más de los males de la prohibición es que nos dificulta conocer la realidad), el hecho de que los porcentajes de uso sean inversamente proporcionales a la represión que se ejerce es significativo y nos hace pensar en la fuerza de atracción que tiene lo prohibido.
  • En Holanda, gracias a la política de separación de mercados entre drogas duras y blandas propiciada por la legalización de facto del cannabis, la proporción de consumidores de drogas duras respecto a la población es inferior a la media europea y uno de los más bajos de Europa. El número de drogodependientes en Holanda es del 1,4 por mil. En España, estamos en el 3 por mil. Estos datos, ignorados sistemáticamente por las autoridades antidroga, demuestran, más allá de cualquier especulación teórica, lo absurdo de la llamada ‘hipótesis de la escalada’, según la cual el consumo de cannabis lleva al consumo de drogas más duras y peligrosas.
  • La Organización Mundial de la Salud ha censurado las conclusiones de un informe realizado por sus expertos y publicado, sin dichas conclusiones, en diciembre de 1997. En el apartado censurado, los expertos concluían, una vez más, que tanto el alcohol como el tabaco constituyen un peligro para la salud muy superior al atribuible al cannabis.

Notas:

(1) Cfr. Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo

(2) Cfr. Federación de Alcohólicos Rehabilitados.

(3) Dr. Henningfield (National Institute of Drug Abuse), o Dr. Benowitz (Univarsidad de California)

(4) National Institute on Drug Abuse según datos del National Household Survey on Drug Abuse, 1994

(5) Cfr. International Narcotics Control Strategy Report, U.S. Department of State, 1997

(6) Encuesta Domiciliaria del Plan Nacional sobre Drogas, 1996

(7) Instituto Holandés para Alcohol y Drogas (NIAD), 1994

4 Comentarios:

Anonymous Anónimo said...

Existen estudios recientes de que su consumo en la adolescencia podria desencadenar psicosis en muchos casos,por tanto solo con este dato bastaría para su prohibicion.

6:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bastaria con solo prohibirlo a menores de edad. Ejemplo tabaco y alcohol.

3:24 a. m.  
Blogger Carolina said...

Para anónimo

estos estudios indican que para que eso ocurra debe existir una predisposición del sujeto para presentar psicosis.
lo cual, como es sabido, corresponde a un porcentaje tan infimo que no reviste importancia alguna como fundamento para prohibir la marihuana.

6:31 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hablemos con conocimiento por favor, el consumo de marihuana no crea ningún tipo de trastorno psicológico. Es un acelerador de los procesos psicóticos en personas con predisposición a ello. Por otro lado, estoy en acuerdo con anónimo, dado que habría que legalizar la marihuana, logicamente se debería prohibir a menores.

6:36 p. m.  

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